Suspensión Temporal AS

Un acuerdo que permite la circulación libre de personas en 15 países europeos

La libre circulación de personas en la Unión Europea, regulada por el Acuerdo de Schengen, se ha visto suspendida en diversas ocasiones durante los últimos años cada vez que los gobiernos europeos han querido controlar (e impedir) la entrada de ciudadanos de otros países en aras de la seguridad.

La última ocasión ha sido la confirmación por parte del Ministerio del Interior de que suspenderá el Acuerdo de Schengen en España entre el 15 y el 23 de mayo. La razón: que los atentados del 11-M han abierto un nuevo frente de inseguridad de cara a la boda entre el Príncipe Felipe y Letizia Ortiz y que todas las precauciones son pocas.

El argumento es de peso. Como lo es el que ha esgrimido Portugal, que también impedirá el libre acceso al país durante los días en los que se celebre la Eurocopa de fútbol, el próximo mes de junio.

En uno y otro acontecimiento, los ciudadanos de la Unión Europea no podrán entrar en España y Portugal, respectivamente, con el simple trámite de mostrar su documento oficial de identidad. La policía podrá efectuar registros, comprobar los equipajes y, sobre todo, podrá impedir la entrada a todo aquel que sea sospechoso de alterar la seguridad.

De hecho, no será la primera vez que ocurra. El Acuerdo de Schengen fue suscrito en primera instancia en 1984 entre Francia y Alemania para eliminar los controles fronterizos en las carreteras, los aeropuertos y en los puertos.

En los años siguientes se incorporaron la casi totalidad de los miembros de la Unión Europea (Holanda, Bélgica y Luxemburgo en 1985, Italia en 1990, España y Portugal en 1991, Grecia en 1992, Austria en 1995, Dinamarca, Suecia y Finlandia en 1996) y dos países que no forman parte de ella (Islandia y Noruega). Los únicos que, de momento, han quedado fuera han sido Gran Bretaña e Irlanda.

El Acuerdo establece que los ciudadanos pertenecientes a los países suscriptores del Acuerdo podrán circular libremente por la fronteras interiores de la Unión Europea con la presentación del documento de identidad. Un requisito que, en la práctica, ni siquiera se exige, sobre todo en las fronteras terrestres, donde no existe ningún tipo de control. Una permisividad que, sin embargo, tiene un pero, y es que Schengen incluye una cláusula que permite a cada país la posibilidad de suspender temporalmente el Acuerdo por motivos de seguridad.